Necesaria Inclusión Social y Laboral de Migrantes y Refugiados
Publicado por Comunicación Coparmex Metropolitano | 14 Mayo, 2016 |
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Motivado por una buena dosis de nostalgia, procuro mantenerme enterado de sucesos importantes de la región menos europea de Italia, el sur, esa porción austral de la península que como mayor referente y gracias a obras literarias llevadas en algunos casos a la pantalla del cine y recientemente a las series de televisión, es más conocida por la presencia permanente y definitoria de LA MAFIA ya sea napolitana, siciliana o calabresa; pero no todo en el sur de Italia está relacionado con la mafia, ya que es una región que ostenta un patrimonio histórico y cultural riquísimo, aportaciones culinarias sin las cuales no podríamos imaginar al mundo actualmente, el mejor aceite de oliva y un vino que si bien es cierto no es tan comercial como el francés o el español, también es cierto que es de muy alta calidad porque como dice el padre de una amiga siciliana: “hay más cultura en una botella de vino que en un libro.”
Bueno, esa región cuyas virtudes podría pasarme un largo rato exaltando, también está colmada de gente cálida, amable, honesta, solidaria y trabajadora, y como prueba reciente de ello es la manera en que Domenico “mimmo” Lucano el Alcalde de una población de Calabria llamada Riace, rescató económicamente a su pueblo integrando a los inmigrantes y refugiados que iban de paso, provenientes de países como Siria, Afganistán, Irak, Senegal o Mali y que habrían cruzado el Mediterráneo para llegar a Europa, primeramente hospedándolos en casas viejas y abandonadas del centro de Riace, para posteriormente y respetando en todo momento la decisión de cada persona sobre seguir su camino o bien aceptar la oferta de “mimmo”, enseñarles el idioma italiano y la lengua regional de Calabria, capacitarlos en oficios como la panadería, la cocina, la producción artesanal, la recolección de basura e incluso como guías de turistas, en pocas palabras, integrándolos a la sociedad, con lo que se obtuvieron dos beneficios directos: el primero, convertir a los inmigrantes y refugiados en consumidores de productos y servicios en cuyo proceso muchas veces participaron ellos mismos, con el beneficio fiscal regional correspondiente, y el segundo, volver más atractiva la oferta turística de Riace derivada de la aportación cultural y culinaria que siempre viaja con los migrantes y refugiados.
Esta gran idea de “mimmo”, prácticamente salvó a Riace de la desaparición pues de tener 400 habitantes hace 17 años, actualmente cuenta con 2,000 e incluso en este mundo mediático y en muchas ocasiones frívolo, le dio a Lucano la posición número 40 en la lista de las 50 personas más influyentes del mundo según la revista FORTUNE y en la que se encuentran personajes como ANGELA MERKEL o EL PAPA FRANCISCO.
Y ya que hablamos de ANGELA MERKEL, no podemos dejar de mencionar al programa de ASILO A REFUGIADOS que tiene Alemania y que a mi parecer, está muy lejano del corto alcance intelectual de políticos demagogos de esos que abundan en América Latina, o de personajes que se envuelven en la bandera del racismo disfrazado de nacionalismo que tan de moda están en Los Estados Unidos, porque en términos pragmáticos, en Alemania permiten la entrada de inmigrantes y refugiados, se les atienden de manera inmediata problemas de salud o de desnutrición, se les registra en una base de datos mediante la cual se controla el suministro de beneficios derivados de ser asilado, se les ubica en los diferentes estados que integran el País, se les capacita en diversas áreas productivas, se les enseña el idioma y de manera inmediata, se les pone a trabajar con la retribución salarial propia de la economía más potente de Europa, es decir, al igual que en el caso de Riace, se integra a los inmigrantes y refugiados a la sociedad y a la vida productiva de Alemania porque como lo dice la titular del ministerio del trabajo de aquel País: “nuestra calidad de vida futura depende de cuántas personas estén trabajando en Alemania y contribuyendo a nuestra prosperidad.”
Y de la nostalgia con la que empecé a escribir, ahora me encuentro con la esperanza de que las nuevas autoridades federales que habremos de elegir en poco más de 2 años, consideren que México al ser un puente que usan los migrantes de muchos países para llegar a Los Estados Unidos, puede llegar a verse beneficiado de integrar socialmente y a nuestra vida productiva a muchas de esas valiosas personas que cruzan el territorio nacional, en vez de tratarlos con desprecio o dejarlos sin registro alguno en suelo mexicano generando con ello que incluso en varios casos, se agrupen en bandas delictivas de dominicanos, cubanos, guatemaltecos, hondureños, colombianos o venezolanos; al fin y al cabo, mientras haya hombres sobre la Tierra, habrá migración, entonces es buen momento para comenzar a pensar en la creación de programas y estructuras que controlen e integren a los migrantes que van a seguir cruzando México permanentemente, porque al ya bien definido flujo de personas provenientes de países harto conocidos, habrá que pensarlo incrementado por una fuerte e inminente llegada de brasileños y bolivianos, fruto de la descomposición social propia de la inoperancia de sistemas comprobadamente arcaicos, corruptos e ineficaces y cuya vigencia en los países mencionados, tiene las horas contadas; lo anterior, sin dejar de ver el flujo de migrantes provenientes del continente africano asolado por las interminables guerras en su mayoría de origen étnico o religioso o por la muy poco mencionada sequía que ya es una realidad en varios países del continente negro y de medio oriente.
Para finalizar, paso de la nostalgia y la esperanza a la invitación optimista para que el sector empresarial como tantas veces lo ha hecho, proponga y ejecute programas y estructuras que en esta ocasión busquen integrar a la vida productiva de nuestro país a aquellos migrantes valiosos cuya mayor falta, ha sido nacer en países con oportunidades nulas o muy limitadas, y tal vez así, esta bella porción de tierra llamada México pueda llegar a ser un buen híbrido de Riace, Alemania y Utopía.
Nota: Este artículo fue realizado con la colaboración del Lic. Oscar González Verdejo, Asociado del Area de Derecho Migratorio, en ANDRADE ABOGADOS LABORALES.
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Lic. Miguel A. Andrade García Alonso
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